IESS operará a 50 jóvenes con pecho hundido

En el hospital Teodoro Maldonado Carbo, de Guayaquil, se realizan cirugías más avanzadas que duran menos tiempo.

Pectus excavatum o pecho hundido es una malformación congénita,  que se  la corrige máximo en dos horas, a través de una toracoscopía (método quirúrgico),  el cual lo realizan  un grupo de médicos altamente calificados,  con la ayuda de  equipos médicos modernos y sofisticados,  en el hospital del IESS, Teodoro Maldonado Carbo, de Guayaquil, en donde se operarán a más de 50 jóvenes.

Esta es una deformación  congénita que se diagnostica en el nacimiento,  se evidencia más o menos a los 8 o 9 años de edad del niño ( a)  afectados;   la malformación se hace más grande y los niños se afectan física, estética  y  sicológicamente a causa de la  anomalía, genera  dificultades respiratorias y cardíacas en el futuro, señala el  doctor José Poveda Ramos, jefe del Área de Cardiotoráxico del Instituto Ecuatoriano de Seguridad Social (IESS).

Entre las dificultades que aparecen, constan: complicaciones respiratorias como asma e infecciones broncopulmonares, problemas en el corazón, escoliosis (curvatura anormal de la columna vertebral), disminución en el peso, mala resistencia física, aparición notable de ojeras y fatiga en el cuerpo.

Debido a estas consecuencias la única forma de corregir el pecho hundido,  es a través de  la cirugía;  para lo cual,  previamente  los pacientes se someten a  varios exámenes clínicos y, posteriormente se los interviene a través del método quirúrgico  denominado  toracoscopía, para lo cual se realizan  pequeñas incisiones y con la  asistencia de una pequeña,  cámara de vídeo,  que permite al equipo médico ver el campo quirúrgico, se  insertar una barra especial de acero inoxidable entre el corazón y el esternón del paciente; la misma que será retirada en el  lapso de dos años, momento en que el hueso del tórax adopta su forma normal.

Se calcula que 1 de cada 500 personas nace con esta malformación, la mayoría de ellas son varones y -de acuerdo a recomendaciones médicas- deben operarse entre los 7 hasta los 17 años.

TESTIMONIO

 Exponerse sin camisa al aire libre era uno de los principales temores de René Burgos Sornoza, actualmente de 14 años, quien nació con  esta anomalía conocida como pecho hundido.

Este adolescente quien  reside en el cantón Tosagua, de la provincia de Manabí,  con cierta inseguridad que poco a poco la irá superando,  luego de la intervención quirúrgica, relató: "temía que mis  compañeros se burlaran de mi  condición física, ya que el  agujero crecía cada vez más  y me provocaba  fuertes dolores o ahogos constantes que me  impedían dormir"

"Mi vida era casi normal hasta cuando cumplí 9 años  y apareció el hundimiento; desde entonces, me avergonzaba  quitarme la camisa porque las chicas me podían ver y compararme con otros niños, por eso inclusive evitaba   ir a la  playa o a una piscina; estoy seguro que venceré mis temores luego de  la cirugía y mi recuperación total".

Testimonios como este,  se repiten a diario entre muchos niños y adolescentes que nacieron con esta malformación congénita;  50 de ellos, serán   intervenidos  quirúrgicamente y  podrán llevar una vida normal.