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Nutricionistas del HCAM atienden 600 pacientes diarios
Quito, 11 de agosto de 2022
La nutrición es una herramienta de salud preventiva, pues la mayoría de las enfermedades que se pueden evitar tienen su base en cómo nos alimentamos.
Patricia Hidalgo de 33 años tuvo obesidad mórbida, al punto que no podía realizar varias actividades cotidianas como caminar. Comenzó a respirar con dificultad, por lo que acudió al Hospital Carlos Andrade Marín (HCAM) donde le brindaron atención especializada en la parte quirúrgica y clínica.
Es así que, antes de su cirugía bariátrica, una nutricionista del hospital le indicó la forma de cambiar sus hábitos alimenticios. "Después de la intervención tuve un plan nutricional que inició con dieta blanda. Cada mes o cada 15 días tengo cita con las nutricionistas, quienes me cambian el plan alimenticio y me envían exámenes de control", manifestó.
Francisca Rueda, nutricionista de esta casa de salud, destaca la importancia de esta especialidad en un centro de tercer nivel porque su objetivo es controlar las enfermedades presentes en los pacientes y dar acompañamiento para que los problemas nutricionales no afecten su salud.
En el HCAM, la Unidad Técnica de Nutrición aporta con diagnósticos complementarios en el tratamiento integral de todas las especialidades. "Dependiendo de la enfermedad o historia clínica, la alimentación varía, los alimentos que sí pueden ingerir o los que están restringidos. Este acompañamiento es muy importante porque cada paciente tiene los nutrientes que necesita por etapas", explica.
Cada nutricionista se encarga de brindar soporte diario a 40 pacientes aproximadamente, en total se atienden entre 500 y 600 pacientes al día.
Patricia se siente mucho mejor. "Ahora tengo más energía para estar con mis hijas y compartir con mi familia. He bajado de peso, mejorado mi salud, calidad de vida y estoy más activa", comenta.