Niños con fisura de labio y paladar hendido se beneficiaron de cirugías gratuitas

Guayas, 22 de julio de 2019

El convenio humanitario firmado entre la Fundación Operación Sonrisa y el Instituto Ecuatoriano de Seguridad Social (IESS) devolvió la posibilidad de sonreír, alimentarse y hablar correctamente a 100 niños que sufrían fisura de labio y paladar hendido.

El miércoles 17 de julio, familias de todo el país, acudieron, masivamente, al Hospital General del Norte de Guayaquil "Los Ceibos" para ser parte de las operaciones gratuitas que necesitaban sus hijos. 250 niños fueron evaluados y diagnosticados en 10 carpas, con servicios multidisciplinarios. Además, se atendió a 450 personas, de manera integral, por un equipo multidisciplinario de pediatras, psicólogos, ortodontistas, terapistas de lenguaje, imagenólogos, pediatrías, entre otros.

Momentos previos del ingreso al quirófano, pacientes y familiares recibieron asistencia psicológica, por parte de voluntarios de la Fundación Operación Sonrisa. Este soporte, busca fortalecer la estabilidad emocional de familias afectadas, por el rechazo social que conlleva tener un hijo con malformación congénita.

La programación de cirugías se cumplió con éxito los días 18, 19 y 20 de julio, en 8 quirófanos del Hospital "Los Ceibos", donde se realizaron 250 procedimientos quirúrgicos, a cargo de 100 médicos voluntarios nacionales y extranjeros de la fundación. La intervención de cada niño estuvo bajo responsabilidad de un equipo de 8 profesionales de la salud, integrado por cirujanos, anestesiólogos, internistas, docentes, instrumentistas, pediatras y enfermeras.

Sobre del protocolo de atención para recuperar la funcionalidad de la boca que permite alimentarse y hablar, Francisco Punina, director de Operación Sonrisa, indicó que la primera cirugía reconstructiva debe realizarse tempranamente, "desde los 3 meses de edad" y seguir con otras intervenciones, de acuerdo a la evolución del paciente. "No se trata solo de una cirugía, sino de un largo proceso; tenemos pacientes, cuyo tratamiento duró 10 años; además, deben recibir terapias de lenguaje y atención psicológica".

Al respecto, Punina mencionó que además del problema físico que padecen los niños, ellos deben afrontar bullying, que calificó como un "síndrome social que provoca agresión hacia lo diferente"; al respecto, acotó que una madre recibe 60 agresiones visuales diarias cuando sale a la calle con su hijo con fisura de labio. Por eso, recalcó la importancia del trabajo mancomunado entre instituciones públicas y privadas, por aunar esfuerzos que aporten al bienestar común.   

"Mi hijo de 11 años nació con labio fisurado, él desde pequeño sufría de burlas por los niños del barrio, lo quedaban viendo y él lloraba porque se sentía incómodo. Él ha mejorado gracias a la intervención de los doctores, e incluso, volvió a hablar, pues antes no se le entendía. Estoy plenamente agradecida con lo que me han ayudado", manifestó María P.,  asistente a la convocatoria.